Raúl Alfonsín, Presidente 1983 - Ricardo Taffarel, Intendente Gualeguaychú
Representantes de nuestra vuelta a la democracia
Sin lugar a dudas, en 1983 sentamos las bases de ese aprendizaje, iniciando la transición hacia la democracia.
Ése es nuestro horizonte: avanzar del estado que Robert Dahl denomina “poliarquía” hacia mayores grados de libertad e igualdad, lo que llamamos “Estado legítimo”.
En este camino de transición hacia la democracia, estos 30 años han marcado avances y retrocesos, con momentos de esperanza y otros de zozobra.
Sin embargo, en ese lapso el pueblo rechazó las aventuras alocadas de los que nos ofrecían volver al pasado de violencia y autoritarismo.
El dolor de lo vivido nos hizo aprender ferozmente la diferencia entre la vida y la muerte, y felizmente, para las próximas generaciones, la diferencia entre la democracia y la dictadura.
Parece poco, pero nos costó más de 50 años de alternancia cívico-militar entender que el pueblo, y sólo el pueblo, es capaz de decidir su destino y que, como sosteníamos en 1983, las grandes mayorías no tienen derecho a permanecer en silencio.
En aquel entonces Raúl Alfonsín, lider de la Unión Cívica Radical, y próximo Presidente, expresaba en las distintas plazas y calles de la Argentina que “con la democracia se come, se cura y se educa” obviamente en un intento por superar el discurso militar y dar esperanza a los argentinos sobre la bondad de un régimen legal constituído sobre la base de la libertad y que no está reñida con el progreso material ni con la posibilidad de generar bienestar a los ciudadanos.