No
hay que asombrarse ni cuchichear por lo bajo si el jefe no tiene
espejo en su casa y por eso salió disfrazado. Hoy se festeja el Día
Internacional de la Diversión en el Trabajo, un invento
norteamericano que ya se
difundió en todo el mundo.
difundió en todo el mundo.
En
la Argentina, antes de 2001 había alcanzado numerosos adeptos en las
empresas, y los empleados concurrían a trabajar con disfraces
temáticos. Pero los festejos fueron declinando después de la
crisis. Este año, habrá que ver si los oficinistas vuelven a
sumarse a esta iniciativa, que postula la importancia de la diversión
a nivel productivo. Dicho de otra forma: cómo el ambiente en el que
se trabaja influye en el resultado final.
En
los Estados Unidos, el día impuesto por iniciativa de la consultora
Playfair se festeja desde 1996.
Eduardo
Jáuregui dirige la consultora española Humor Positivo e impulsa la
movilización. En su página web asegura que "los beneficios de
tomarse con sentido del humor el día a día en el trabajo son
muchos".
A
continuación, enuncia que el buen humor es un antídoto contra el
estrés. "Nada como una buena sonrisa para liberar tensiones",
dice. También aporta un ambiente de mayor creatividad y motivación.
Según explica, la complicidad entre los compañeros fomenta la
motivación a la hora de afrontar retos.
Otra
de las cualidades de la diversión en el trabajo, según sus
seguidores, es que contribuye a que se establezca una comunicación
más fluida. "Introducir elementos humorísticos facilita la
asimilación y memorización de la información", garantiza
Jáuregui. Pero hay más: también tiene "efecto persuasivo",
dicen. Es que hacer reír al otro facilita cualquier relación.
Fuente: La Nación