En
un momento en que la desigualdad crece en el mundo, es bueno recordar
que existen soluciones. Las cooperativas son uno de los
principales
modelos que incluyen los aspectos de desarrollo sostenible en sus
fundamentos, además de tener en cuenta valores y principios éticos.Las cooperativas no dejan a nadie atrás.
La
membresía abierta de las cooperativas facilita el acceso a la
generación de riqueza y contribuye a erradicar la pobreza, como
consecuencia directa del principio de participación económica de
los socios, quienes contribuyen de manera equitativa al capital de la
cooperativa y la gestionan de manera democrática.
Debido
a que las
cooperativas se centran en las personas,
y no en el capital, no perpetuan ni aceleran la acumulación de
capital, sino que distribuyen la riqueza de una forma más justa.
Las
cooperativas también fomentan
la igualdad en las comunidades donde
se desarrollan, ya que están comprometidas con el desarrollo
sostenible en sus aspectos medioambientales, sociales y económicos.
Este
compromiso se pone de manifiesto en el apoyo a las actividades de la
comunidad, el abastecimiento local para beneficiar a la economía del
lugar y un sistema de toma de decisiones que tiene en cuenta las
repercusiones en su entorno.
Fuente: Naciones Unidas