

Tiene origen en la festividad celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos.

En gran parte, es una celebración secular aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso.
Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa de 1840.
El día se asocia a menudo con los colores naranja, negro y morado y está fuertemente ligado a símbolos como la Jack-o'-lantern.
Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces,
además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.

