A continuación, lo que le depara a cada signo según la influencia del Caballo:
El entusiasmo por ser líder, jefe del año, será el talón de Aquiles que deberá atravesar con sobredosis de flores de Bach, terapias alternativas, tai chi, chi kung, taekwondo, trekking, yoga, Pilates y mucha cabalgata corta y mediana. Muy bien preparado si quiere ser Rocinante, el caballo de Don Quijote en sus nuevas conquistas a los molinos de viento. Nuestro caballito es bastante supersticioso y sabe que hay que ejercer tanto la medicina como la astrología preventivas para salir ileso o al menos dignamente parado en sus atractivas patas delanteras y traseras. Y sobre todo… la iluminación de su año es que asumirá que debe tener un jinete o amazona que lo sepa cabalgar con amor, paciencia y rienda corta. Qué aluvión de imágenes, fotos y películas tendrá nuestro espécimen: armará el collage de sus deseos a solas, intentando ‘recuperar el pasado’ que sabe fue su gran patrimonio afectivo.
- Cabra (1919, 1931,
1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003)
La Cabra sentirá que tiene grandes posibilidades para modificar el rumbo de su vida con la ayuda del gran sponsor artístico, cultural y afectivo, en el año del Caballo de Troya.
Estará feliz, con muchos planes en el horizonte, y los podrá concretar paso a paso, si escucha sus voces interiores y no deja que interfieran en su karma. Estará radiante, renovará ideas, pelaje y podrá soñar a largo plazo.